Paddle Surf Yoga
En SUP Yoga, no practicamos junto a la naturaleza, sino dentro de ella. El cuerpo se vuelve parte del paisaje. Todo sucede al ritmo del mar, que a veces se vuelve espejo y otras veces maestro. El vaivén de las olas guía el movimiento y nos enseña a soltar el control. Se trata de una experiencia que calma, renueva y recarga.
Cada sesión comienza en la orilla, con una breve explicación para familiarizarse con la tabla y los elementos. Luego, remamos hasta un rincón sereno del mar, donde el agua se calma y el viento susurra. Allí anclamos las tablas, creamos nuestro propio templo flotante y nos dejamos abrazar por el entorno: escuchamos el sonido del agua, el sol nos acaricia la piel, la brisa juega con el ritmo de nuestra respiración y dejamos que las olas marquen el pulso de la práctica.
El equilibrio se vuelve presente. Cada postura, aunque ya conocida, se transforma: el vaivén del agua nos exige más conexión, más atención. El core se activa y la concentración se agudiza. El cuerpo trabaja con profundidad, mientras la mente se aquieta casi sin pedirlo.
La clase finaliza flotando en shavasana sintiendo cómo todo se funde: el cuerpo, el mar y la quietud. Es un mimo profundo, una caricia al alma. SUP Yoga no es solo ejercicio, es una experiencia sensorial, espiritual y emocional. Es moverse con intención y habitar el momento presente como nunca antes.